2009
Jorge Macchi and Edgardo Rudnitzky
Installation site specific for the room Octagon at the Pinacoteca del
Estado de Sao Paulo, Sao Paulo, Brazil.
Iron, two speakers, amplifier, Arduino, Sensors, Patch Max/MSP, computer
Diameter 10 meters, height 50 cm
The image of a big clock comes out from the octagonal shape of the room. In this case there’s just one arm 6 meters long, the seconds hand, that rotates 360 degrees in one minute around the center of the room where there is an engine.
At the end of the hand there is a sensor in contact with the floor registering the smallest imperfections on the surface of it. The signal is transmitted to a computer that transforms it into sound that is send to the speakers: high frequencies go to an extend range small speaker and low frequencies to a subwoofer. The speakers works also physically because they balance the hand. As they are in perpetual movement the sound font is moving all the time.
During a minute the hand recollects and accumulates the sound, and when the minute finishes the sound stops and everything starts again from silence.
A railing surrounds the installation and determines the 60 seconds with the vertical elements.
[/lang_en]
[lang_es]Last minute
2009
Jorge Macchi y Edgardo Rudnitzky
Instalación producida para el octógono de la Pinacoteca del Estado de
Sao Paulo, Sao Paulo, Brasil.
Hierro, dos speakers, amplificador, Arduino, Sensores, Patch Max/MSP, computador
10 metros de diametro, 50 cm de altura
La imagen de un gran reloj surgió de la planta octogonal de la sala en la Pinacoteca de Sao Paulo. El centro de la sala es entonces el eje alrededor del cual da vueltas una sola aguja, la aguja del segundero de 600 cm de largo. Esta aguja da una vuelta completa en 60 segundos, accionada por un motor situado en el centro de la sala.
En el extremo de la aguja un sensor permanece en contacto con el piso durante la rotación registrando las más pequeñas irregularidades de la superficie. La señal registrada por el sensor es enviada a un ordenador que procesa la información recibida y la envía como sonido a dos parlantes situados en ambos extremos de la aguja: el parlante pequeño reproduce las frecuencias más altas, y un
woofer mucho más grande reproduce las frecuencias más bajas. De esta manera los parlantes no solamente transmiten el sonido sino que también funcionan físicamente como contrapesos para mantener la aguja horizontal. El movimiento de los parlantes al girar la aguja produce un cambio espacial permanente en la ubicación de la fuente sonora.
Durante un minuto la aguja recolecta y superpone los sonidos extraidos del suelo modificados por el ordenador hasta crear una gran masa de sonido. Al cabo de un minuto el sonido se corta y el proceso vuelve a comenzar desde el silencio.
Una baranda de hierro rodea la instalación y determina con las barras verticales los 60 segundos del minuto.[/lang_es]